Conectividad en la Era Digital: El Corazón de las Operaciones Distribuidas
15/06/2025 l Tecnología Empresarial
La clave para el éxito empresarial en un mundo interconectado donde la agilidad y la eficiencia son imperativas.

En un ambiente empresarial que, como una bien afinada sinfonía, depende de la armonía de sus diferentes secciones, la conectividad se presenta como el director de orquesta que guía a las empresas a operar de manera exitosa en un mundo globalizado. Con el aumento de empresas que optan por modelos distribuidos debido a la pandemia de COVID-19, la necesidad de una infraestructura de conectividad robusta se ha vuelto esencial más que nunca. Según un estudio de McKinsey, el 70% de las empresas han acelerado su digitalización. Esta transformación ha sido catalizada por la necesidad de mantener la continuidad del negocio y de garantizar que las operaciones puedan llevarse a cabo desde distintas ubicaciones sin contratiempos.

La conectividad es un factor decisivo que afecta no solo a la comunicación interna y externa, sino también a la eficiencia operativa y la productividad. En América del Norte, investigaciones han mostrado que las empresas con acceso a una conexión de alta calidad han reportado un incremento del 60% en la colaboración entre sus equipos, lo que resalta cómo las herramientas digitales y la infraestructura tecnológica se alimentan de una conectividad sólida. En Europa, un aumento del 15% en la inversión en redes de fibra óptica ha resultado en una mejora significativa en la capacidad de las empresas para adaptarse a condiciones de mercado cambiantes, como lo indican datos de Eurostat. Las habilidades necesarias para ingresar en un mundo laboral altamente digital también dependen de una conectividad efectiva; a medida que las empresas se internan más en la inteligencia artificial y la automatización, contar con una buena conectividad se convierte en un mandatorio para competir en el mercado global. Las organizaciones que ignoren esta realidad corren el riesgo de quedarse atrás, incapaces de aprovechar las oportunidades que se baten en tiempo real debido a una falta de infraestructura tecnológica adecuada. Así, la pregunta no es si las empresas pueden permitirtskse invertir en conectividad, sino si pueden permitirse no hacerlo.