Descubriendo los efectos y las oportunidades que el nearshoring presenta para las empresas locales en el contexto global.
El ascenso del nearshoring como estrategia logística ha comenzado a reconfigurar las dinámicas empresariales en Argentina. Este fenómeno, que consiste en trasladar la producción a países más cercanos a los mercados de consumo, no es una simple tendencia sino una respuesta inteligente a desafíos globales. Con la pandemia de COVID-19 resaltando las vulnerabilidades de las cadenas de suministro global, el nearshoring emergió como una solución viable para minimizar riesgos relacionados con demoras, costos de transporte elevados y tensiones políticas. En este esquema, Argentina, debido a su geolocalización y la cercanía con mercados como el estadounidense, ha clamado por un lugar en el escenario internacional frente a competidores como México.
Estadísticas recientes de la Cámara Argentina de Comercio e Industria reflejan que, mientras el 30% de las empresas analizan migrar algunos procesos de producción al exterior, el 45% de ellas está contemplando el nearshoring. Las pymes, en particular, repiten este interés, sobre todo en sectores como tecnología, manufactura y agroindustria, apuntando hacia oportunidades en mercados más cercanos como Brasil y Chile. Sin embargo, esto no solo brinda la posibilidad de reducir costos, sino que también presenta desafíos en términos de inversión inicial y adaptación cultural.
Por otro lado, el nearshoring presenta una visión ética de redimensionar la producción de modo más responsable. La implementación de prácticas laborales más justas e inversiones en sostenibilidad pueden incentivar a las empresas a centrar sus operaciones cercanas al consumidor, beneficiando así no solo sus márgenes sino también a las economías locales. No obstante, vale la pena ponderar los efectos potenciales en la estabilidad laboral dentro de Argentina. A medida que se establece un modelo enfocado en el corto plazo, puede resultar tentador desatender la necesidad de mantener relaciones laborales sólidas. La clave del éxito radicará en lograr un equilibrio en este nuevo modelo de producción respetando y cuidando el talento local, priorizando la empatía sobre la mera búsqueda de ahorro. Sin dudas, el nearshoring se posiciona como un componente crucial en la ecuación empresaria argentina, y sus implicaciones merecen un análisis profundo y continuo que fundamenten decisiones éticamente responsables para contribuir a la resiliencia del sector en un contexto desafiante.